La historia de Trimori Joyería de Autor comienza el 20 de abril de 2017 luego de que la diseñadora textil Ángeles Loaiza partiera de Puebla, su Ciudad originaria, y junto con sus hijos emprendiera un nuevo camino hacia Torreón.
Luego de llegar a tierra platera, se aventuró a tomar talleres de joyería, a los que a menudo asistía acompañada de sus hijos. Ahí comenzó a crear accesorios para su uso personal, que por sus diseños fueron llamando la atención de su familia, amigos y de personas desconocidas que la impulsaron a crear su propia marca.
En este inicio, Ángeles tenía algo muy claro: la marca debía devolver la solidaridad que la cobijo y la vio nacer y debía reflejar el orgullo a sus raíces mexicanas, en especial a las dos ciudades que marcaban su historia: Puebla y Torreón.
Así nació Trimori: sumando el amor por México, con la pasión por el diseño, la aplicación de técnicas milenarias y la utilización de materiales hermosos como la plata 925, diferentes piedras semipreciosas y principalmente la talavera poblana certificada, la cual se ha convertido en un distintivo de la marca.
Una de estas primeras piezas es “El mandala viajero”, un dije en plata que la acompañó a numerosos viajes en México y el mundo como Nicaragua, Tailandia y Holanda. Este “karma viajero” siempre estará ligado a la joya que ahora acompaña a muchas otras mujeres.
De la mano de talentosos artesanos joyeros, Trimori ha creado colecciones originales como “Ámate”, “Colibríes”, “Brillo de Ángeles”, ”Corazón de diamante”, “Perlé” y muchas más, todas con un núcleo cargado de tradición y amor.
Durante estos 5 años de trayectoria, Trimori Joyería de autor ha estado presente en numerosos eventos de moda y diseño de talla nacional e internacional. Tales como la semana del diseño mexicano, INTERMODA y el certamen “Belleza México Internacional”, donde se obtuvo el premio a Mejor Diseño de Joyería.
Además, en octubre del 2021, la diseñadora vio materializado su sueño de la infancia cuando una de sus piezas llamada “Herencia, historia y vida” se exhibió en una galería de España como parte del Proyecto Denísova, un importante evento internacional en el mundo de la joyería.
El lema “Trimori es amor en cada obra”, exalta el cariño y dedicación hacia cada diseño, hacia cada proceso de elaboración y en especial, hacia la mujer mexicana.
Por eso, cada año proclamamos este amor a través de la campaña “Siempre Juntas”, con la cual, recaudamos fondos mediante el diseño, elaboración y venta de una pieza especial, con la finalidad de donarlos a mujeres que padecen cáncer. En esta campaña elaboramos una joya de amor para transmitir un mensaje de solidaridad que las haga sentir cobijadas, les decimos “Siempre estaré junto a ti”.
Para la diseñadora Ángeles Loaiza la joyería es más que solo un ornamento, es un amuleto capaz de cargar emociones y recuerdos. Por eso busca comunicarse con quienes usan su joyería, compartir historias a través de la elegancia y carácter que le imprime a cada diseño, logrando que la portadora recuerde su herencia y tradiciones, para que sienta el poder de presencia, su valía, su belleza y su orgullo por sus raíces.
El camino de Trimori ha estado bendecido desde su inicio, pues fue recorrido gracias a la solidaridad, amor, entrega y dedicación de tres corazones, Ángeles y sus dos hijos.
Gracias por ser parte de esta historia y acompáñanos a contar más.
Luego de llegar a tierra platera, se aventuró a tomar talleres de joyería, a los que a menudo asistía acompañada de sus hijos. Ahí comenzó a crear accesorios para su uso personal, que por sus diseños fueron llamando la atención de su familia, amigos y de personas desconocidas que la impulsaron a crear su propia marca.
En este inicio, Ángeles tenía algo muy claro: la marca debía devolver la solidaridad que la cobijo y la vio nacer y debía reflejar el orgullo a sus raíces mexicanas, en especial a las dos ciudades que marcaban su historia: Puebla y Torreón.
Así nació Trimori: sumando el amor por México, con la pasión por el diseño, la aplicación de técnicas milenarias y la utilización de materiales hermosos como la plata 925, diferentes piedras semipreciosas y principalmente la talavera poblana certificada, la cual se ha convertido en un distintivo de la marca.
Una de estas primeras piezas es “El mandala viajero”, un dije en plata que la acompañó a numerosos viajes en México y el mundo como Nicaragua, Tailandia y Holanda. Este “karma viajero” siempre estará ligado a la joya que ahora acompaña a muchas otras mujeres.
De la mano de talentosos artesanos joyeros, Trimori ha creado colecciones originales como “Ámate”, “Colibríes”, “Brillo de Ángeles”, ”Corazón de diamante”, “Perlé” y muchas más, todas con un núcleo cargado de tradición y amor.
Durante estos 5 años de trayectoria, Trimori Joyería de autor ha estado presente en numerosos eventos de moda y diseño de talla nacional e internacional. Tales como la semana del diseño mexicano, INTERMODA y el certamen “Belleza México Internacional”, donde se obtuvo el premio a Mejor Diseño de Joyería.
Además, en octubre del 2021, la diseñadora vio materializado su sueño de la infancia cuando una de sus piezas llamada “Herencia, historia y vida” se exhibió en una galería de España como parte del Proyecto Denísova, un importante evento internacional en el mundo de la joyería.
El lema “Trimori es amor en cada obra”, exalta el cariño y dedicación hacia cada diseño, hacia cada proceso de elaboración y en especial, hacia la mujer mexicana.
Por eso, cada año proclamamos este amor a través de la campaña “Siempre Juntas”, con la cual, recaudamos fondos mediante el diseño, elaboración y venta de una pieza especial, con la finalidad de donarlos a mujeres que padecen cáncer. En esta campaña elaboramos una joya de amor para transmitir un mensaje de solidaridad que las haga sentir cobijadas, les decimos “Siempre estaré junto a ti”.
Para la diseñadora Ángeles Loaiza la joyería es más que solo un ornamento, es un amuleto capaz de cargar emociones y recuerdos. Por eso busca comunicarse con quienes usan su joyería, compartir historias a través de la elegancia y carácter que le imprime a cada diseño, logrando que la portadora recuerde su herencia y tradiciones, para que sienta el poder de presencia, su valía, su belleza y su orgullo por sus raíces.
El camino de Trimori ha estado bendecido desde su inicio, pues fue recorrido gracias a la solidaridad, amor, entrega y dedicación de tres corazones, Ángeles y sus dos hijos.
Gracias por ser parte de esta historia y acompáñanos a contar más.
